Cuando nos percibimos de maneras distintas a las habituales, nuestra percepción se amplia. En nuestros encuentros lo logramos desde el cuerpo.
La conciencia de tu cuerpo se ve incrementada en todos los niveles: interpersonal e intrapersonal.
Aceptarnos desde el cuerpo, observarnos desde allí, experimentar desde ese lugar nos provee conexión con las bondades de estar vivos.
El encuentro con los otros potencia esa forma de vernos y sentirnos a nosotros mismos, siento éste lugar un lugar seguro y confiable, donde el respeto por la diversidad se hace palpable.